Eric Carle. Kókinos; 2014
Dos niños abrazándose en una fotografía en blanco y negro; junio de 1932. Tienen tres años y son Eric Carle y su mejor amiga de entonces. Se separan cuando él se va a vivir lejos. A menudo se pregunta qué habrá sido de ella… Este hecho, ocurrido hace 83 años, ha inspirado “Amigos” y le ha servido a Eric Carle para satisfacer ese deseo de reencuentro con su vieja amiga.
Cuando un amigo se va a vivir lejos, la separación puede resultar dolorosa. El valiente y decidido protagonista de esta historia resuelve este problema saliendo en busca de su amiga. Atraviesa un profundo e interminable río, escala una alta montaña, desciende hasta un prado inmenso, húmedo y fresco, atraviesa un manto de lluvia que cae con fuerza, sueña que flota sobre una nube y se despierta en las profundidades de un bosque. Sale de allí volando hasta llegar a un hermoso jardín donde hace un precioso ramo de flores que… tiene destinataria.
Una historia de amistad, amor y perseverancia iluminada con el vibrante y peculiar estilo de Eric Carle. La fuerza de la historia recae sobre las ilustraciones cuya secuencia diferencian perfectamente los estados de ánimo del protagonista. Para el periodo de juego y complicidad, el autor recurre a ilustraciones pequeñas que se muestran en páginas contrastadas. Hay un instante de transición, en el que el niño toma la decisión de emprender el viaje de búsqueda, que nos anuncia un ión de emprender el viaje de ender el viaje de buen pñaginas contrastadasectamente los dos estados de cambio. Son ilustraciones que, aunque siguen apareciendo en páginas contrastadas, por su tamaño, cada una de ellas llena una página. Y el momento de mayor intensidad, de infatigable búsqueda aparece reflejado en unas ilustraciones a sangre y a doble página que a penas deja espacio para el texto. AR
A partir de 6 años.
