Un indio como tu y yo. – Erna Sassen y Martijn vander Linden. – Takatuka, 2019
Aunque solitario, Boaz es un niño aparentemente feliz. Su inteligencia e imaginación lo llevan cada día más allá del patio del colegio y de los ruidosos juegos de sus compañeros de clase. Él prefiere la tranquilidad de la lectura y los lápices de colores, e imaginar un mundo habitado por indios americanos.
En casa no lo comprenden. Sus padres fingen creer sus aventuras con sus amigos, pero saben que esos amigos no existen, y se preocupan por la incapacidad del niño para relacionarse de forma natural.
Solo su abuela lo entiende. Junto a ella pasa las tardes, imaginando nuevas historias de indios. Hasta que llega a clase una niña de mirada triste y sonrisa contagiosa que se sienta a su lado. Boaz quedará cautivado por los dibujos de Aisha y su manera de vestir, de hablar y de sonreír cuando no entiende lo que le dicen. Y es que no cabe duda, Aisha es una india. Probablemente de la tribu de los Sioux, si no, ¿cómo sabe tan bien cómo dibujarlos?
La felicidad de Boaz junto a su nueva compañera va a verse amenazada por el capricho de su padre de subirlo de nivel en el colegio. Tras la decisión, Boaz luchará por no separarse de Aisha. Con la ayuda de su abuela, descubrirá la verdad sobre su amiga, que huida de Siria, debe luchar en Holanda contra la amenaza de la discriminación.
Gracias a un trabajo sobre los mayas que la profesora encarga a los niños, conoceremos los lazos que los unen y que darán fuerza al niño para conseguir no separarse de Aisha.
Contada en primera persona por el protagonista, “Un indio como tu y yo” alterna, como en la vida real, los buenos y malos momentos de la vida de un niño sensible, inteligente y solitario. En su discurso vislumbramos varios temas de actualidad como la guerra de Siria y los problemas de los refugiados. La autora entreteje estos temas con otros más universales como la amistad o la búsqueda de la propia identidad, además de incorporar con humor datos relativos al pueblo maya, sobre el que se desarrolla el trabajo de los protagonistas.
Las ilustraciones en rojo y negro, que en ocasiones cubren la página completa, son típicamente indias, resaltando los intereses del pequeño Boaz. M.L.P.
A partir de 8 años