Danny Parker y Freya Blackwood. – Patio, 2017
Ana y Valentina se conocen en el andén de la estación en la que esperan la llegada de un mismo tren. Su viaje, que dura lo mismo que tardamos en leer su historia, será para ellas toda una vida. El encuentro, las primeras palabras, los juegos compartidos, los primeros secretos, descubrir juntas el mundo.., una palabra fea, la distancia, la soledad, el arrepentimiento, el perdón, el reencuentro…, y toda una vida de amistad por descubrir.
Texto e ilustración viajan de la mano en este poético y precioso viaje. Un texto escueto pero dinámico que avanza al ritmo del tren en el que se desarrolla la historia. Todos los personajes retratados son ajenos a la historia de Ana y Valentina. Ellas sin embargo son el foco en el que se centra la mirada del lector. Una historia en imágenes que se podría contar de mil formas distintas pero con una raíz compartida, la amistad entre las niñas.
Las ilustraciones, realizadas en pintura al óleo en tonalidades pastel, llenan la doble página a sangre. Las escenas se suceden como fotogramas, sin transición, en planos que van del general al detalle, haciendo sentir a lectores y lectoras el frenético movimiento del tren. Un vagón que avanza como avanza la vida y en ella la amistad de las dos niñas que no desaprovechan un minuto para afianzarla. El ritmo narrativo queda marcado por los distintos capítulos que protagonizan el viaje, desde el andén, la salida del tren, la zona de peligro…, hasta llegar a destino. Pero la historia comienza ya en las guardas que nos indican un cambio del campo a la ciudad. De la modesta estación de partida en el campo, a la gran estación de llegada en la ciudad. Allí, una gran puerta vacía se abre ante las protagonistas para que escriban juntas su propia historia. M.L.P.
A partir de 4 años