Cynthia Alonso. Kókinos, 2018
Es este un álbum que entra por los ojos. Nada más verlo, te invita a abrirlo, a entrar de lleno en la historia, a seguir la peripecia de la pequeña protagonista, a averiguar que le pasa con el pequeño pez rojo y, cuando has terminado de leerlo, te das cuenta que no tiene palabras. Y es que la autora coloca al lector en un punto de vista privilegiado y lo hace partícipe del momento con la secuencia de imágenes elegida. Se acerca, se aleja, te muestra sueños, pensamientos y sentimientos sin una sola letra, y el lector entra en el juego alegremente.
El tema elegido es casi una anécdota. Una niña sueña con el mar y sus habitantes desde un embarcadero y, casi como una respuesta a sus deseos, salta fuera del agua un pequeño pez rojo. Ella lo recoge y va corriendo a casa a fabricar un acuario que pueda compartir con el pececito. Cazuelas, cubos, gomas, botellas, vasos y bañeras son dispuestos para poder flotar junto a su nuevo amigo. Pero el pececito se escapa de la piscina y la niña se da cuenta de que él solo será feliz en libertad.
La narración se refuerza con una ilustración que juega con los azules propios del hábitat del pececillo. Azul, ocre, rojo, negro se alian en el fondo del mar y nos esperan invitando al baño y horizontes suaves y despejados esperan en el exterior consiguiendo la sensación de verano, calma, calor, vacaciones.
Y, así, de una manera en apariencia sencilla, se invita a reflexionar sobre la libertad, la de uno y la de el que tienes enfrente, libertad para tomar decisiones, la libertad que se necesita para madurar, para crecer… Pero es mejor que cada uno saque sus conclusiones. MB
Recomendado a partir de 2 años
