José Antonio Ruiz y David Pintor. – La Guarida Ediciones. – (Colección 3 Puntos)
Excelencia, profesionalidad y buen gusto caracterizan la edición de Los Gansos, el más reciente libro publicado por La Guarida ediciones en la colección 3 puntos. Hasta los créditos se trasladan al final de la obra para dejar paso, desde la portada, a los protagonistas de la historia. Una bandada de gansos la pueblan rompiendo su característica formación en V, interpelando al imaginario cinematográfico del lector y anunciando el inquietante final que intentaremos no desvelar en esta reseña.
Los nombres propios ya desvelan que la acción no se desarrolla en nuestro país. El frío desapacible, explícito en el vocabulario, rico, duro y sin concesiones, en los colores de las imágenes, y en los gestos, el estado de ánimo y los ansiados sueños del protagonista nos sitúan en el norte de Europa.
Estamos en Helsinki y Kosonen arrastra su apatía como arrastra sus pies hasta el lugar en el que hará el relevo a su compañero en el tranvía número 3. Los gansos de la ciudad están especialmente activos esa mañana. Mientras algunos rezagados picotean por el suelo muchos ya han alzado el vuelo en busca del calor del sur, de ese lugar deseado en el que pasar el invierno que ya se anuncia en este frío septiembre finlandés. Kosonen los observa con recelo. Más aún cuando uno de ellos sostiene su mirada desde el parabrisas del tranvía que conduce. No es el único ganso que actúa de forma extraña esa mañana. El comportamiento atípico de las aves parece contagioso y comienza así el inesperado desenlace de esta historia esperanzadora y fantástica cuyo final el lector deberá descubrir en el libro.
Luces y sombras, frío y calor, apatía y anhelo, norte y sur, suelo y cielo… José Antonio Ruiz ha llenado de contrastes su relato. Escrito en un tono frío a la vez que poético (¿cómo puede ser?), y con un estilo claro, preciso y descriptivo, tan visual que David Pintor ha aprovechado para hacer casi un cortometraje cinematográfico, en el que la expresividad de cada plano, corto, medio o general, nos sitúan en el interior del relato, de sus personajes y escenarios. La ciudad, viva en cada dibujo, preciosa en la pluma de Pintor, es sin embargo receptora paciente de la acción, sumisa protagonista de las intenciones de los gansos, que ya desde la cubierta anuncian que algo va a cambiar ese día.
Enhorabuena a José Antonio Rubio por su joya intimista, a David Pintor por su vista, su mano creadora y los contrastes de su paleta, y a Fernando Rubio por su trabajo en la sombra. Entre todos han creado un libro bello, un libro, sin más, un álbum sin edad que trasciende la frontera que nuestro afán clasificador coloca entre la literatura infantil y la de adultos.
Apto para todos los lectores sensibles a la belleza, a la buena literatura y a las historias que nos hacen volar.
Disculpen por tanto que no ponga clasificación de edad. M.L.P.