Rush Smith y Adolfo Serra. – Alfaguara, 2016
Ethan es un niño solitario. Sin padre, y con una madre siempre ausente que trabaja sin descanso para darle la mejor vida posible, Ethan conjura su soledad dibujando, tarea que le ayuda a llenar su tiempo y descargar su mente plasmando en el papel los horribles monstruos que cada noche pueblan su sueño.
Aparentemente, poco tiene que ver este argumento con las historias que componen El niño que se olvidó de dormir. Su autor, uno de los you tubers con más seguidores en el universo de los recomendadores de libros a través de Internet, ha creado una recopilación de cuentos breves aparentemente independientes, cuyas tramas y personajes confluyen en los últimos capítulos, de la misma manera que lo hacen en el imaginario del pequeño Ethan, atormentado por alocados y extraños personajes, inofensivos en el mundo real pero altamente amenazantes en el mundo del inconsciente.
Misteriosos ancianos, fanáticos suicidas, actrices decrépitas, cocineros asesinos, médicos que mutilan a sus pacientes….. Smith ha poblado sus historias de personajes grotescos y oscuros, escenarios fantásticos e incómodas tramas que sin embargo absorben al lector, conduciéndolo hacia situaciones de lo más inesperadas, solo comprensibles a medida que se avanza en la lectura y afloran las conexiones entre unos y otros relatos.
A través del protagonista principal, Rush Smith plasma algunos de los traumas, miedos, fobias y obsesiones más comunes en niños y adultos. Y lo hace con una escritura sencilla y de ligera lectura, que atrapa a pesar de su crudeza, gracias a la naturalidad, inocencia y delicadeza con la que narra las situaciones más macabras. Las ilustraciones de Adolfo Serra, en blanco y negro, añaden inquietud y ese toque surrealista necesario en cada una de las historia. M.L.P.
A partir de 12 años