Samuel Ribeyron. Los cuatro azules, 2014
Lo primero que llama la atención de este superhéroe es la falta de carisma y ese traje color beige, sobre todo, cuando estamos acostumbrados a ver vistosos trajes como el rojo de Spiderman, el negro de Batman o el azul de Superman. Sin embargo, este no será el mayor problema con que se encuentre nuestro protagonista, ya que para ser un superhéroe es necesario encontrar gente a la que ayudar.
Super-Beige sale de casa decidido a recorrer el mundo para salvar a la humanidad. En su peregrinar encontrará un pájaro que no quiere ser salvado porque le encanta vivir volando y cantando; un árbol que da sombra a las ovejas y cuyos frutos son dulces; una col que algún día llegará a ser sopa, ensalada o gratinado y lo mismo ocurrirá con una piedra y un conejo, nadie quiere ser salvado porque no lo necesitan, a todos les gusta su vida, y… cuando, decepcionado, decide volver a casa, por fin cumple su sueño de salvar a alguien. Super-Beige se yergue, saca pecho y se dice que, para salvar a la humanidad, basta con mirar dónde se ponen los pies.
Y es que las cosas suelen ser más sencillas de lo que nos imaginamos, para realizar una buena acción, no necesitamos recorrer el mundo buscando imposibles, basta con que miremos a nuestro alrededor para ver a alguien que nos necesita. Esto es lo que, con una buena dosis de humor, nos cuenta Ribeyron en este álbum. Humor que se refleja tanto en el texto como en las ilustraciones, dando como resultado una obra divertida que invita a la reflexión.
Para crear sus ilustraciones Ribeyron recurre al collage. Modela sus personajes y, una vez fotografiados, los coloca en un decorado previamente pintando consiguiendo, de este modo, dar tridimensionalidad a sus ilustraciones. El formato alargado, elegido por la editorial los cuatro azules, refuerza esta tridimensionalidad, ya que resalta el juego de perspectivas que el autor hace con algunas de las ilustraciones. AR
A partir de 3 años