Reyna Grande. – V.R. Europa, 2020.
Reyna nació en Iguala, una de las zonas más pobre de México. Esta es la razón por la que muchos de sus habitantes jóvenes quieren huir a El otro lado. El padre de Reyna está allí, en Estados Unidos, intentando conseguir dinero para construir en México la casa de sus sueños para su familia. Pero la distancia cambia a las personas, por eso ella no entiende que también su madre se quiera ir. Ni que la deje sola junto a su hermana Mago y su hermano Carlos en casa de su abuela.
La vida no es fácil al lado de la abuela, la madre de su padre no los trata bien. Además echa de menos a mamá y a su padre lo recuerda solo por la imagen de la foto detrás del cristal que la abuela conserva. Cuando su madre vuelve sola con una nueva hermana, todo se desmorona. Él ha encontrado a otra mujer. ¿Es que ya no quiere a sus hijos de México?. No, no es así. Algo más tarde el padre también vuelve y se lleva a sus hijos a Estados Unidos. Tras tres intentos de pasar la frontera y un duro viaje, Reyna llegará a un lugar desconocido al que adaptarse, enfrentándose al racismo, aprendiendo un idioma desconocido y con el temor de ser deportada.
La distancia entre nosotros es la biografía de la escritora Reyna Grande, una de tantas mexicanas emigradas a Estados Unidos en la década de los ochenta.
En ella cuenta con sinceridad una infancia llena de temores. El principal miedo fue la distancia física existente entre los hermanos y sus padres. Una distancia que desapareció en el momento que viajaron a Estados Unidos, pero que poco a poco se transformó en una distancia emocional hacia una madre en continua huida y un padre desconocido.
Vivir en familia, en un país extraño, supuso un estado de temor diferente. Temor a los golpes de un padre alcohólico y violento y una madrastra acogedora pero distante a la vez, que nunca los quiso, porque echaba de menos a sus propios hijos.
Todo niño, inmigrante o refugiado tiene una gran historia detrás, dice Reyna. Y la suya es una historia agridulce, de miedos, lucha, trabajo, necesidad de cariño y crecimiento personal en soledad. Una historia en la que encontró en su hermana Mago su principal apoyo. Una historia escrita con la voz adulta de una escritora que observa en la distancia temporal a la niña que fue.
Reyna Grande narra, con un lenguaje sencillo, exento de figuras narrativas, todo lo bueno y malo de su vida hasta llegar a ser la escritora que es, sin condescendencia ni compasión hacia aquellos que la hirieron. No busca justificaciones pero sí intenta entender los porqués de las acciones de un padre y una madre que desde la juventud de ella o el pasado de él no supieron dar algo mejor que huir de la pobreza. Si papá sabía lo que era recibir ese maltrato, ¿no debería entender cómo nos sentíamos nosotros?, ¿acaso no debería intentar ser un mejor padre?, se pregunta la escritora. Una pregunta extrapolarle a muchos aspectos de la vida.
Un libro necesario para entender la emigración e intentar acabar contra la deshumanización a la que se ven sometidos muchos emigrantes. M.L.P.
A partir de 14 años.