Almudena Grandes. Tusquets, 2020
En Ciempozuelos, al sur de Madrid, vive recluida una interna esquizofrénica llamada Aurora Rodríguez Carballeira, un personaje que asombra a cuidadoras y médicos cuando se pone delante del piano a pesar de no resultarle simpática a ninguno de ellos. María, una auxiliar a la que la interna enseñó a leer cuando era una niña y el doctor Germán Velázquez, que acaba de llegar de Ginebra donde se ha formado como Psiquiatra, son las dos únicas personas que sienten cariño por esta inteligentísima y desequilibrada mujer. Poco a poco y de la mano de María, Germán ira descubriendo como el microcosmos del manicomio es un reflejo de la hipocresía de una parte de la iglesia que permite atropellos, y de la represión que están sufriendo los españoles durante la dictadura. En este contexto, lo que comienza siendo una relación profesional termina convirtiéndose en una verdadera amistad y quién sabe si también en una historia de amor.
En este nuevo relato del ciclo dedicado a la posguerra, Almudena Grandes explora el oscuro universo de la psiquiatría franquista, así recorremos el manicomio de mujeres de Madrid, donde trabaja el doctor Germán Velázquez, que inevitablemente comparamos con el psiquiátrico suizo donde inició su carrera profesional. Aunque la novela transcurre entre 1954 y 1956, los numerosos flashback a la Guerra Civil española y la neutral Suiza de la II Guerra mundial, nos ayudan a conocer el pasado del principal narrador, el doctor Germán Velázquez, y a entender algunas de sus decisiones.
Aunque los tres protagonistas narradores son: los ya citados doctor Germán Velázquez, la auxiliar de enfermería María Castejón y Aurora Rodríguez Carballeira no podemos olvidar al resto de los 117 personajes que van apareciendo a lo largo de la novela, de los cuales 7 son reales: Aurora Rodríguez Carballeira, madre y parricida de la célebre Hildegart Rodríguez, Antonio Vallejo-Nájera y Juan José López Ibor, entre otros.
Los protagonistas combinan narraciones en primera persona con diálogos irónicos y en ocasiones humorísticos intercalados en un texto ágil y sutil salpicado de acertadas pausas narrativas.
Por otra parte, son numerosas las referencias a obras como Fortunata y Jacinta de Pérez Galdós y más concretamente al personaje de Juanito Santa Cruz y su relación con Fortunata. Tampoco faltan otras referencias como la lectura de Los miserables de Victor Hugo o el uso de algunas frases del Ulises de James Joyce.
La impotencia y tristeza generadas por actos de impiedad como el robo de bebés y las sesiones de electrochoque para curar la homosexualidad se ven mitigados con la presencia de numerosos instantes de bondad y generosidad.
Una obra muy recomendable por su calidad literaria y por la información histórica que aporta en medio de la ficción, información que muchos de nuestros jóvenes desconocen. AR
En la frontera.