Luke Pearson. Barbara Fiore, 2020
Vuelve nuestra aventurera favorita con un nuevo título, sexto y último título de la serie. Después de las peripecias del anterior volumen en el mundo de los troll, Hilda ha conseguido volver a su casa gracias a la ayuda de su amigo Tontu. Cansada pero contenta, se acuesta sin saber que el nuevo día le depara una sorpresa desconcertante. Despierta en una cueva en lo más profundo de una montaña, mientras que, en su casa, su madre se sorprende al ver que en lugar de Hilda hay una niña de aspecto extraño, pero familiar. ¿Cómo ha llegado Hilda hasta allí? Y lo que no para de preguntarse ¿podrá regresar a Trolberg?
Luke Pearson vuelve a engancharnos a las aventuras de la niña de cabello azul y su peculiar mundo, poblado por gigantes y trolls, inspirado en el folklore escandinavo. El cómic mantiene las características de títulos anteriores, tramas originales, personajes secundarios bien trabajados y ese maravilloso equilibrio entre la imaginación y la vida real.
Y si algo caracteriza el apartado gráfico del autor es el uso de abundantes viñetas que, con el paso de los títulos, van ganando en variedad de encuadres y recursos que mejoran la narración. El uso del color también contribuye a esto, con un estilo de dibujo que utiliza tonos cálidos para las escenas hogareñas y los fríos para las escenas al exterior, sobre todo de noche.
Pero si algo hay que destacar en esta serie es la falta de ñoñería de la protagonista femenina, algo que, por mucho que queramos, no es tan habitual como nos gustaría. Y eso se aprecia en que no hay nada que relacione las acciones de Hilda con su género, hasta el punto de que cuando sigue el lector sus aventuras no repara en si es niño o niña.
Comparada en ocasiones con los personajes de Miyazaki, nuestra protagonista se mueve en el terreno de la curiosidad, la tolerancia, el aprendizaje, la emoción y la aventura, algo deseable a todos los lectores y más en esta franja de edad. MB