Rafa Ordoñez y Eugenia Nobati. – La Guarida, 2018. – (Pi)
Terror y humor no tienen por qué estar reñidos. Y cuando la cita de un horrendo esqueleto con su amada esqueleta se convierte en un juego de construcción sin instrucciones, las risas están aseguradas.
Anacleto nunca dejaría en manos del azar su esquelético aspecto. Menos aún, la noche en la que ha quedado para pasear por la tapia del cementerio con la hermosa esqueleta Julieta. Por eso cuando cinco minutos antes de su cita Anacleto descubre una pequeña mancha en el peroné de su pierna derecha, y después en una de sus costillas, y sucesivas imperfecciones en otras partes de su osamenta, comienza a desmontarse a sí mismo hasta convertirse en un montón de huesos sin botón de retorno. ¿Qué hará Julieta cuando vea a su amado convertido en una montaña de calcio? ¿y la mascota Cencerro? UUumm, quizá el olfato del can pueda poner orden en tal puzzle de tibias, cúbitos, costillas y calaveras. Tras el trabajo de reconstrucción, también él tendrá una recompensa.
Una sencilla y clásica historia de amor contada con mucho humor a partir de la anatomía del esqueleto de sus protagonistas. El texto goza del ritmo y la musicalidad de una rima inesperada e irregular, de la repetición de sonoros verbos y tiernos adjetivos que muestran el repiqueteo de algunos de los los huesos más importantes de nuestro esqueleto. Un vocabulario variado y sonoro plasmado en imágenes por el trabajo detallista y expresivo de Eugenia Nobati, que utiliza su técnica habitual de ilustración digital sobre bocetos a lápiz, define los contornos de los esqueletos, que mueve, contonea y deshace, sobre fondos acordes con el tono emocional de la narración y los estados de ánimo de los tres (¿o seis?, estad atentos a los esqueléticos animalillos intrusos) personajes principales.
La edición incluye un recordable para que niñas y niños puedan construir su propio esqueleto móvil de Anacleto. M.L.P.
A partir de 5 años
