Jennifer L. Holm. Salamandra, 2017
¿Te imaginas tener que ir al instituto con tu abuelo como compañero de mesa? ¿y que tu amiga te diga que le gusta? Menuda situación… Pero empecemos por el principio. Ellie, la protagonista, es una niña de 11 años que ha empezado la escuela secundaria, su mejor amiga no le hace caso y se acaba de enterar que despues de siete años de cuidar a su pez Nemo, resulta que no era el original, que solo duró dos semanas, sino que a lo largo de los años se fueron muriendo y ha habido nada menos que trece peces distintos ¡y no de había dado cuenta! Y por si fuera poco, su madre aparece en casa con un adolescente que, además de vestir como un viejo, afirma ser su abuelo Melvin y haber descubierto el elixir de la juventud a partir de una extraña medusa.
A partir de aquí se desatan toda clase de situaciones divertidas e imprevisibles que guiaran al lector por una historia que presenta varios hilos de los que tirar. Retrata las inquietudes de una adolescente que crece a toda velocidad y la incertidumbre que todo ello le provoca, las complicadas relaciones familiares, la amistad o la búsqueda de la identidad. Pero todo esto es el telón de fondo que acompaña al descubrimiento de la ciencia como un elemento presente en todo lo que nos rodea, que nos anima a mirar a nuestro alrededor con otros ojos, a hacernos preguntas, a ser curiosos, a investigar y a tener opinión propia.
Porque si hay algo que Ellie aprende, despues de convivir con su abuelo como adolescente, es que en la ciencia no siempre lo posible es lo deseable.
En suma, una historia ágil y entretenida, que se presenta en capítulos cortos, con personajes cercanos, situaciones disparatadas que provocan humor y muchas ganas de despertar interés por la ciencia, pero sobre todo, interés por que los lectores aprendan a plantearse preguntas. MB