Vivimos rodeados de imágenes, y cada vez más. Los niños poseen una capacidad innata para percibirlas, pero la simplicidad que suponemos a la lectura visual, sin el anclaje de un texto, es sólo aparente. Comprender imágenes complejas en un nivel literal, visual y metaforico requiere competencias como el conocimiento de las estructuras narrativas y secuenciales que los niños iran adquiriendo con la práctica. Los libros sin palabras exigen una lectura pausada y una mayor atención que ayudará a los pequeños lectores a desarrollar estrategias que luego podrán aplicar a otras habilidades como la capacidad de análisis, la expresividad, la apreciación artística y la competencia lectora. Para los que os animeis, aquí os dejamos una pequeña selección de títulos con los que hemos disfrutado mucho ?
Amigos. Andrea Hensgen y Béatrice Rodríguez. Libros del Zorro Rojo. Los amigos se acompañan, se ayudan y se procuran alegría y consuelo, como vemos en este tierno relato sobre un perro y un niño con algo de crítica social.
El globito rojo. Iela Mari. Kalandraka. No podemos dejar de incluir este título escrito en 1967 y recuperado por la editorial hace un tiempo, que sorprende por su sencillez cromática y sus sugerentes ilustraciones, lo que lo hace idóneo para despertar nuestra imaginación.
Antes Después. Anne-Margot Ramstein y Matthias Aregui. SM. Interesante propuesta que habla del paso del tiempo, concepto dificil para los peques, pero centrado en la idea de la transformación, de la evolución natural de las cosas. Una puerta abierta para explorar el entorno a través de la observación.
Un camino de flores. JonArno Lawson y Sydney Smith. Libros del Zorro Rojo. Una niña recoge flores mientras camina con su padre por una ciudad gris, flores que luego va repartiendo. Sutil crítica a la vida moderna en una historia visual que habla de la importancia de los pequeños gestos que transforman nuestro entorno.
Un niño, un perro y una rana. Mercer Mayer. Los cuatro azules. Otro relato visual que no ha dejado de publicarse gracias a la buena secuencia de imágenes y al ritmo que aportan los encuadres de las escenas. Cuenta el paseo por el campo de un niño y su perro y sus intentos frustrados por capturar a una rana. Cuando regrasan a casa, la rana les dará una sorpresa.
Matilde. Sozapato. Kalandraka. Cuidada narrativa para una historia sobre la curiosidad y la creatividad a través de la figura de una inquieta niña que utiliza un pincel que, para su sorpresa, logra que cobre vida todo lo que con él pinta.
La Ola. Suzy Lee. Barbara Fiore. No podemos dejar atrás este clásico de los libros sin palabras, un maravilloso álbum lleno de fuerza narrativa que consigue que el lector participe y disfrute de sensaciones complejas sin necesitar ni una sola palabra.
La isla. Marije Tolman y Ronald Tolman. Adriana Hidalgo Editora. Un oso polar emprende la búsqueda de nuevo hábitat, de un lugar en el que sentirse a gusto, una búsqueda que es en realidad un viaje interior de autoconocimiento, de crecimiento personal. Colores cálidos y delicadeza en el trazo para un álbum evocador.
¿Un paseo? Nono Granero. La Guarida. Divertido paseo de largo recorrido que comienza en el sofá de un salón y envuelve el mundo con una larga correa anaranjada hasta volver al mismo lugar. Mientras, personajes reales o imaginados quedan envueltos en esa poderosa cinta que todo lo une y todo lo consigue.
El bosque dentro de mí. Adolfo Serra. Fondo de Cultura Económica. La obra ganadora del premio Álbum Ilustrado A la orilla del viento en su XIX edición muestra poderosas imágenes que hablan de un viaje a través del bosque, el cual se va poblando de sueños pero también de miedos, en un recorrido que, en realidad, es una invitación a preguntarnos sobre nuestros propios sentimientos y emociones.
Caperuza. Beatriz Martín Vidal. Thule. La historia, dividida en tres partes, presenta una nueva versión del cuento clásico utilizando solo como protagonistas a Caperucita y el lobo. La autora escoge los momentos más representativos de la narración y los presenta en inquietantes secuencias para que el lector reconstruya el relato.
Cosimo. Roger Olmos. Logos. Basado en la novela de Italo Calvino “El barón rampante”, el sugerente álbum recoge solo con ilustraciones la vida de este peculiar personaje que una noche decidió salirse de lo establecido y pasar el resto de su vida en los árboles. Según el propio autor “un libro para conocedores de la novela. Para enamorados de ideales locos cuyas consecuencias no le importen”.