José Fragoso. Narval, 2017
“Marcial era un niño de lo más normal. Tenía el pelo revuelto y su madre se lo peinaba con raya, pero se le volvía a despeinar. Le gustaban los espaguetis con tomate, pero no le gustaban nada las acelgas. Normal. A Marcial le encantaba jugar con su perro Trismo…” Así empieza el autor la descripción del niño protagonista de este álbum, un niño que puede ser cualquiera de los que tenemos alrededor, con su particular lucha con las tareas cotidianas, los deberes, las comidas o las clases. Con pocas frases, cortas y directas, articula el texto que va a sostener una ilustración divertida, suelta, a base de collages y manchas de color sobre las que dibuja y hace crecer la historia, o más bien la idea que quiere transmitir.
Y es que el autor de lo que nos quiere hablar es del poder de la imaginación, de esa forma que tienen los niños de conocer el mundo, de acercarse a sus problemas y expresar sus inquietudes. Todos tienen esa capacidad, en mayor o menor medida, para crear mundos íntimos y propios donde ellos son los protagonistas, y eso es lo que el autor recoge con su maravillosa ilustración, auténtica protagonista del relato a la hora de meternos en el universo de Marcial. Emplea un dibujo de trazo sencillo y certero que domina el espacio sobre el fondo blanco, dibujo que luego deja paso a collages elaborados y originales, y de esta manera el autor muestra el antes y el después en la vida de Marcial, cuando éste descubre que con la imaginación consigue la motivación necesaria para hacer sus tareas cotidianas y conseguir un día a día más emocionante.
Pero que nadie espere en este álbum formulas mágicas sobre cómo fomentar esa creatividad. Todo se logra con entrenamiento y desarrollo, pero eso queda de la mano de los mediadores atentos a las necesidades de cada lector. Lo que Fragoso pretende es llamar nuestra atención, y lo ha conseguido. MB
Recomendado a partir de 6 años.
