José Carlos Andrés y Katharina Sieg. – La Fragatina, 2015.
Simenón era un pequeño ratón. Chiquitito, orejón, chato y barrigón, no había encontrado aún la forma de llenar su panza. Por mucho que comiera, siempre tenía en ella un vacío. Había probado con pan y queso, manzanas y uvas, pescadilla, trucha y salmón…, pero por más que comía, el agujero ahí lo tenía. Hasta que descubrió un placer extraño, una nueva textura de dibujos y letras con particulares sabores. El día que por primera vez entró en la librería y comenzó a probar libros, no solo pudo saciar su hambre sino también su curiosidad, y por fin durmió tranquilo. Ante él se abrió toda una paleta de exquisitos sabores a divertidos personajes, aventuras, barcos piratas y tesoros escondidos. Desde entonces no pudo abandonar aquel lugar en el que escuchar nuevas historias y allí se quedó para siempre, difundiendo y contagiando su afición a su alrededor, como todo el que descubre con pasión el placer de la lectura.
Cuentos roídos es una sencilla historia cuyo principal valor radica en el amor que transmite hacia libros, librerías y libreros, esas personas que con generosidad y paciencia nos invitan desde su negocio a imaginar y disfrutar de las historias dibujadas e inventadas por otros para saciar nuestra curiosidad y alimentar nuestro mundo interior. Las imágenes de Katharina Sieg, en acuarelas de colores pastel, claros y amables, invitan ya desde las guardas al niño a llevar su imaginación más allá de la historia y perderse en los pequeños detalles en los que se esconden nuevas e insólitas aventuras.
A partir de 4 años