Joe Lillington. SM, 2016
Los animales, y más aún los prehistóricos, suelen ejercer una atracción especial en los niños, de ahí la abundancia de historias protagonizadas por animales o que giran en torno a ellos. Algunas veces esas historias son un pretexto para aportar información sobre unos animales concretos y una época determinada de la historia, como ocurre en Boris y los gigantes prehistóricos de Joe Lillington.
Boris, un pequeño bisonte que se cree mayor, quiere explorar el mundo. En esa aventura en solitario descubre que existen otros animales muy distintos a él; un rinoceronte lanudo con un resistente cuerno que le sirve para pelear, un peligroso dientes de sable con unos amenazadores colmillos, un impresionante cóndor gigante o un entrañable Gliptodonte, pariente de los armadillos. El encuentro con algunos de ellos le asustan y le hacen recapacitar, tal vez no sea tan mayor como se creía, por eso decide volver con la manada y quedarse con ellos hasta que sea mayor.
Esta sencilla historia sirve de pretexto para mostrar algunos animales prehistóricos que habitaron la tierra hace más de 10.000 años y que se extinguieron debido a los cambios climatológicos que provocaron alteraciones en la vegetación. El esquema informativo se repite para cada animal. Junto a una ilustración a doble página, que muestra al animal prehistórico en su hábitat, encontramos una columna a la derecha con algunos datos significativos: nombre científico, tamaño, peso, dieta, hábitat, extinción y una breve descripción física. Como dato curioso, al final del libro el autor enumera nueve animales más que no aparecen en la historia y un cuadro comparativo del tamaño de cada uno de ellos con respecto a un niño de 5 o 6 años. Y para redondear esta información, Joe Lillington hace un breve resumen de lo que se conoció como último periodo glacial, como introducción de la historia, y crea un pequeño glosario al final del libro.
Una buena elección para despertar la curiosidad de aquellos niños amantes de los animales. A pesar de que creemos que los niños de 5 años pueden sacarle partido a este libro informativo, a través de la historia de Boris, al disponer de información a distintos niveles, también los niños de más edad pueden disfrutar con la información extra que les incitará a ampliarla, en un ejercicio de investigación, que forjará pequeños científicos. AR
A partir de 5 años.