Henry James. Eneida, 2011
Hay autores que son unos maestros construyendo tramas complejas que captan el interés del lector desde las primeras páginas, otros, en cambio, lo consiguen a través de unos personajes bien construidos que se van definiendo a través de su descripción psicológica, y otros como Henry James, en El alumno, que te atrapan por la trama y los personajes…
El sutil ingenio con el que James describe la personalidad de los personajes centrales de la obra, hace que el argumento nos parezca sencillo. Sin embargo la trama está tan bien armada que las historias se entrelazan con naturalidad y los ritmos se marcan con precisión, creando una tensión narrativa entretenida pero compleja a la vez, que se resuelve en apenas 90 páginas.
El alumno, de Henry James, describe la relación entre un preceptor, el joven Pemberton, y su inteligente discípulo, Morgan Moreen, y la vinculación de ambos con la extravagante familia del pupilo. A pesar de que se establece un estrecho y duradero vínculo entre profesor y discípulo, la relación del tutor con los progenitores, que comienza siendo una mezcla de admiración y agradecimiento, se va deteriorando a lo largo de la obra, hasta desembocar en un inesperado final, lleno de carga emocional, al que el autor nos conduce con maestría. Esa familia en apariencia aristocrática y cosmopolita, que prioriza el amor a sus hijos por encima de cualquier cosa, se nos revela como un nido de farsantes manipuladores preocupados, únicamente, por su supervivencia.
A medida que se avanza en la lectura de la novela, el lector va adquiriendo una idea clara de cómo es cada uno de los personajes que la habitan, para lo cual necesita hacer un ejercicio de reflexión analizando todos la información que sacamos de sus comportamientos y reflexiones. Este ejercicio de análisis psicológico mantiene al lector activo haciendo suyo cada uno de los personajes y dándoles un matiz personal que los hará únicos para cada lector.
Una hermosa e inteligente novela que no podemos dejar de leer. AR
Edad recomendada a partir de 16 años.