Sexto Piso, 2016
El texto de David Grossman, considerado el escritor israelí contemporáneo más importante, y los lápices de Michal Rovner, crean, en La princesa del Sol, un relato poético que convierte un hecho cotidiano, como el amanecer, en algo mágico.
A lo largo de un día, Lucía y su madre se convierten en la princesa y la reina del sol. Es una misión secreta para la que se preparan recorriendo las calles oscuras de la noche hacia la colina desde donde protagonizarán el milagro. Una capa de estrellas y una flauta le bastarán a Lucía para invocar esos rayos luminosos que van apareciendo en el horizonte y que pronto se verán acompañados por el canto de los pájaros. Luz y trinos van impregnando la ciudad iluminando un relato que culmina con una explosión de luz y color.
En perfecta armonía con el texto, unas ilustraciones minimalistas que comienzan siendo unas figuras esbozadas en blanco y negro, van ganando protagonismo a lo largo de la obra, creciendo en tamaño y ganando luminosidad admitiendo nuevos colores.
La princesa del Sol es una dulce historia de amor entre una madre y su hija cargada de magia y lirismo que se transmiten tanto a través del poético texto como por la fuerza de las ilustraciones. AR
