Ben Clark. Editorial Sloper, 2016
Hace unas semanas tuvimos la suerte de escuchar a Ben Clark declamar algunos de los poemas de su nuevo libro Los últimos perros de Shackleton. Escuchándole, uno no puede resistirse a llevar el poemario a casa para saborear cada poema. Los lees y los sientes tuyos, te sientes el protagonista de cada verso, el sufriente amante platónico, el no correspondido, el fogoso… Todos están en esos versos que Ben ha tardado 10 años en publicar.
Los últimos perros de Shackleton… cómo imaginar que bajo este título se esconden versos de amor. Resulta difícil abordar con la originalidad que lo hace Ben, un tema tan recurrente en la literatura y que ha sido tratado desde perspectivas tan diversas. Sin embargo, Ben Clark consigue convertir una escena de caza en un hermoso poema de amor o equiparar la interpretación de una Suite de Bach con las versos que interpretan las caricias a su amada.
Te he dicho donde están todas las trampas.
Te mostré los arbustos donde suelo esconderme,
paciente, inmóvil. Sólo.
Conoces bien mi olor sobre la brisa
y siempre piso fuerte en la hojarasca.
Ven entonces, acude a nuestra cita
una vez más, mi amor,
corre de nuevo libre entre los troncos
con cierta burla, hermosa
como todas las cosas vulnerables,
segura, como siempre de que no habrá disparo.
Con este poemario, el joven poeta ibicenco, no pretende saber qué idea tenía Shackleton del amor. Le interesa el hombre que fue capaz de domar olas salvajes, que triunfa en las hazañas más difíciles pero que fracasa en el amor, porque el amor no entiende de distancias ni de rumbos, y al enfrentarse a él toda determinación es poca y los planes no sirven para nada. Con un planteamiento sorprendentemente original, lo que hace Ben Clack, es comparar las hazañas amorosas con las gestas de Shackleton, equiparando la azarosa expedición que supone cualquier enamoramiento con la que vivió el explorador irlandés por los hielos australes.
Premio Hiperión en 2006, IV Premio de Poesía Joven RNE, Premio Ciutat de Palma Joan Alcover 2013 y Premio Ojo Crítico 2014, son algunos de los galardones que, a pesar de su juventud, avalan una trayectoria sólida que se confirma con cada nueva publicación. Un poemario para saborear en pequeñas dosis. AR
A partir de 14 años