Josep Sampere. Anaya, 2015
Cuando el ascensor deja tirado a Alex en el piso dieciocho no imagina lo que eso va a desencadenar. Esa pequeña incidencia le lleva a conocer a Olga, que está convencida de que las casualidades no existen y que hay algo o alguien que manipula y juega con los vecinos desde la sala de maquinas. Anecdotas, averías, ruidos extraños, todo está escrupulosamente registrado por la chica, que acaba convenciendo a Alex y accede a investigar lo que en un principio parece una tontería y se acaba convirtiendo en una siniestra historia de tintes sobrenaturales.
Esta novela acaba de ser seleccionada por la Fundación Cuatrogatos como uno de los 20 mejores libros de 2015 escritos en español, de la que afirma “Con reminiscencias de los oscuros universos de Edgar Allan Poe y de H. P. Lovecraft, esta novela se inserta en la vertiente del terror, el misterio y lo sobrenatural apostando por un espacio urbano contemporáneo, investigadores adolescentes y una comunidad de vecinos que comparte escalofriantes secretos”.
Lo cierto es que, en pocas páginas, el autor es capaz de tejer un entramado de situaciones y actitudes que hacen verosimil el desenlace de una historia que transita entre lo onirico y lo real, historia sustentada por unos personajes creibles que muestran sentimientos, ilusiones y miedos a veces solo esbozados pero suficientes para apuntalar bien el argumento. Entre estos personajes está el propio ascensor, que acaba tomando entidad propia y cuya presencia contribuye a crear un clima de tensión que va creciendo, sobre todo al final, cuando vemos cómo una historia cotidiana es capaz de transformarse en pesadilla jugando con la fina linea que separa la realidad y la sugestión.
Con un final al que cada lector dará una interpretación, el autor convierte la historia en una sugerente lectura que atrapará a los lectores a partir de 12 años. MB