Ícaro. – Federico Delicado. – Kalandraka, 2015
Ícaro es un niño solitario e imaginativo. Así es como pronto lo vemos los lectores y como lo ven los asistentes sociales del centro en el que ha sido recogido. Sus padres lo han abandonado, pero él no siente con pena la ausencia pues pronto se reunirá con ellos. Sus padres son pájaros y también él lo será.
Dialogo y narración se intercalan en este álbum evocador desde su título, que encierra múltiples interpretaciones, tantas como el lector pueda ver en sus imágenes y extraer de sus formas narrativas. En su forma dialogada conocemos la situación actual del protagonista, abandonado y recluido en un centro de protección en el que alguien le interroga para conocer cómo ha llegado a esa situación. En medio del dialogo. Ícaro narra su experiencia, cómo empezó todo el día en que a su padre le comenzaron a crecer las alas, la naturalidad de la situación, la normalidad de lo extraño. Federico Delicado ha querido y sabido distinguir bien las dos partes con la tipografía y las imágenes. Evocadoras, metafóricas, sugerentes en sus detalles, las paletas de color, cambian de los tonos grisáceos y los escenarios distópicos e inquietantes del diálogo, a los pastel luminosos de la narración. Imágenes que homenajean a dos grandes artistas internacionales, Frank Kafka (quizá podamos rememorar a Gregorio Samsa en la imagen de la tía Gregoria panza arriba agitando las seis patitas al aire) y Edward Hopper (colorido y la disposición de los objetos en los escenarios).
El texto transmite una fuerte carga emocional, en perfecta simbiosis con la ilustración, dosificando la información a lo largo del libro, hasta llegar a un final esperanzador para Ícaro, que por fin se reunirá con sus padres. El autor provoca al lector con un texto en el que no es claro el límite entre realidad y fantasía, haciéndole pensar y tomar conciencia de la situación. ¿Cuánto de verdad tiene el discurso del niño?
¿Qué miran los personajes de la portada, preludio de ese esperanzador final? Preguntas incómodas cuya respuesta, por desconocida, por extraña, se tiende a ignorar.
Una obra muy recomendable, ganadora del VII Premio Internacional Compostela para álbumes ilustrados, forma parte de los libros infantiles y juveniles españoles de la lista White Ravens que otorga anualmente la biblioteca de Múnich. M.L.P.
A partir de 7 años.