Roberta, Peter, Phyllis, los niños protagonistas de esta novela, viven en Londres con sus padres, en una lujosa casa donde no les falta de nada. Una noche, poco después de volver del trabajo, el padre es arrestado en su propia casa por unos desconocidos. La misteriosa desaparición del padre trastoca la cómoda vida de los muchachos que tendrán que dejar Londres para instalarse en una modesta casa rural, conocida como Las Tres Chimeneas. Pese a las reticencias iniciales, los muchachos no tardan en encontrar entretenimiento y aventuras en torno al ferrocarril y sus trabajadores: se harán amigos del jefe de estación, del ayudante Perks y del Señor Mayor que pasa en el tren, todos los días a las 9.15 en punto.
Para sobrevivir, la madre escribe cuentos y poemas que lleva a los editores. Cuando hay suerte y vende alguno, lo celebran merendando pastelitos con el té. Aunque la madre consigue algún dinero con estas ventas, los niños se dan cuenta de que son pobres y añoran las comodidades que tenían en Londres y la presencia del padre.
La novela está narrada en tercera persona por narrador omnisciente que consigue implicar al lector haciéndole cómplice de las aventuras y desventuras de sus protagonistas. Los personajes están bien construidos aunque Nesbit no profundice mucho en ellos y los ambientes bien caracterizados.
Edith Nesbit publicó Los chicos del ferrocarril en 1906, y desde entonces no ha dejado de reimprimirse. Esta novela es uno de los relatos infantiles más leídos y conocidos en el Reino Unido. De él se han hecho, musicales, series televisivas, películas y dramatizaciones radiofónicas en la BBC.
A pesar de que las obras más vendidas de Nesbit fueron las novelas, ella esperaba que se la reconociese como poetisa, y sin darse cuenta, en esa espera, se estaba convirtiendo en la primera escritora moderna de literatura infantil. En sus historias creó mundos mágicos en los que los objetos tenían vida, los animales hablaban y los niños convivían con ellos en escenarios reales. Estos mundos fantásticos influyeron en autores posteriores tan reconocidos como: P. L. Travers, autora de Mary Poppins, C. S. Lewis o J. K. Rowling.
Una historia bien escrita, aderezada con pequeñas aventuras y algo de suspense, con la que los lectores disfrutarán sintiéndose parte de ese Reino Unido de la época victoriana. AR
Edad recomendada a partir de 9 años.