Salla Simukka. La Galera, 2015
Después de enfrentarse a una mafia internacional y resultar herida en Rojo como la sangre, Lumikki opta por tomarse unas tranquilas vacaciones en Praga, donde se dedica a visitar la ciudad como una turista más hasta el día en que aparece una chica que dice ser su hermanastra. A pesar del rechazo inicial de Lumikki, despierta su curiosidad y decide averiguar que hay detrás de todo esto.
En este segundo título de la trilogía Me llamo Lumikki, la protagonista se verá envuelta en el peligroso mundo de la sectas arrastrada por la aparición de este nuevo personaje que dice ser su hermana, y al que intentará salvar cuando descubre que el líder de dicha secta planea un suicidio colectivo. Para esta ocasión, la autora cambia de escenario y hasta de clima, ya que si hasta ahora el intenso frío lo dominaba todo, aquí el ambiente estará marcado por la presencia de un calor asfixiante y opresivo. También cambia el ritmo, que ahora se vuelve más lento quizá porque se centra en los sentimientos que oculta Lumikki; la incomunicación familiar, un pasado de acoso escolar y el amor fallido por Liekki, la chica sobre la que sus pensamientos vuelven una y otra vez, conforman el perfil afectivo con que se dota al personaje.
La narración gana ritmo en las escenas de acción, donde la autora se desenvuelve bien, a pesar de que una suma de afortunadas casualidades parecen regir el avance de la trama, con situaciones que no siempre se explican de manera suficiente pero que la autora encaja dosificando información e intriga hasta el desenlace final. MB
Recomendado a partir de 17 años