Hemos recopilado una serie de cuentos cuya formula resulta una apuesta segura con los peques de la casa. Son los llamados cuentos acumulativos o de encadenamiento, que tienen sus raices en la tradicional oral, cuentos populares que presentan una fórmula según la cual a los personajes o situaciones iniciales se van añadiendo progresivamente otros elementos hasta construir una serie. Los protagonistas suelen ser animales, y lo habitual es que se vayan sumando a la situación que se plantea en el cuento. El ritmo que se genera, la repetición de la secuencia narrativa, la curiosidad por ver qué nuevo elemento se suma y el reto de recordarlo, anima al juego y a la participación de los pequeños lectores. A la vez se desarrolla la memoria, el vocabulario, la comprensión y la expresión oral. Y otra cosa que les encanta; el hecho de saber lo que va a pasar con antelación cuando ya conocen el cuento. ¿Alguien da más?
El pastel está tan arriba, de Susanne Straβer (Juventud). Un oso divisa un pastel en la ventana de una casa. Pero el pastel está muy alto y no puede cogerlo, por lo que va a necesitar alguna ayudita. El final inesperado y el uso de onomatopeyas cuando los animales saltan para subirse unos encima de otros hace muy divertida su lectura. Un libro en cartoné recomendado a partir de 2 años.
Un poco perdido, de Chris Haughton (Milrazones). Pequeño búho se queda dormido y se cae de su nido. Desconsolado, quiere buscar a su mamá y una ardilla que ha presenciado el suceso decide ayudarle, pero primero ha de saber cómo es su mamá. Una tierna aventura con el estilo de ilustración ya reconocible en el autor. A partir de 2 años.
La calle del Puchero, de Charo Pita y Massimiliano di Lauro (OQO). Estructura circular para una historia muy cotidiana. El llanto agitado de un niño despierta el malhumor de su vecino de abajo, y este incidente será el primero de una serie de caóticas situaciones que crecen como una bola de nieve. Hasta que alguien tiene el buen juicio de pararlas. A partir de 3 años
¿A qué sabe la luna?, de Michael Grejniec (Kalandraka). Un clásico ya de la literatura infantil, narra la colaboración entre los animales, deseosos de conocer a qué sabe la luna. Empieza la tortuga, que sube a la montaña más alta para probarla, pero no alcanza. Irán llegando más, y el último en aparecer es el ratón. ¿Lo lograrán? Un cuento que habla de la unión y de la importancia de los más pequeños. A partir de 3 años.
La casa de Tomasa, de Phyllis Root y Delphine Durand (Edelvives). Texto rimado y esquema repetitivo de pregunta y respuesta para la historia de esta niña, que construye una casa para ella y su gato. Pero empiezan a llegar parientes y, al final, todo se convierte en un caos. Buen ritmo, expresivas ilustraciones y divertidas solapas y desplegables han hecho de este libro otro de los imprescindibles. A partir de 3 años.
El gallo Quirico, de Tareixa Alonso y Alicia Suarez (Kalandraka). El gallo Quirico está invitado a la boda de su tío Perico, y en el camino se encuentra una boñiga con un gusanito. Distintos personajes le preguntan por él y, aunque Quirico les engaña, el gusano habla desde su barriga. Procedente de la tradición oral, la ilustración se ha adaptado a un ambiente urbano. A partir de 4 años.
Vamos a cazar un oso, de Michael Rosen y Helen Oxenbury (Ekaré). Otro gran clásico dentro de los libros de esquema repetitivo, con onomatopeyas y preguntas dirigidas al lector. Adaptación de una canción tradicional inglesa, donde los miembros de una familia salen a cazar un oso por bosques, ríos y valles, con viento y tormentas. Son muy valientes pero, ¿Y cuando lleguen a la cueva del oso? A partir de 4 años.
El garaje de Gus, de Leo Timmers (Harper Kids). Quizás no sea un cuento acumulativo «de libro», pero la historia de este cerdito trabajador e ingenioso en su garaje tiene una estructura repetitiva y una secuencia de imágenes que divierte y mantiene la atención con curiosidad. Y es que la larga hilera de clientes que pasa buscando ayuda es de lo más variopinta. Tanto como las soluciones. La ilustración llamativa y el texto en verso completan el relato de Gus. A partir de 4 años
Elefante, un guisante, de Rafael Ordóñez y Marc Taeger (Kalandraka). Diferentes animales de la savana buscan fruta para comer. El león, la pantera, la gacela, la gallina, la rana, el elefante… van a ver al mono frutero, pero ya no tiene fruta ¿Quién se la ha comido? Divertido cuento rimado y acumulativo, perfecto para ser leído en voz alta, con ilustraciones con la técnica del linograbado, que sorprenderá y animará a participar a los lectores. A partir de 4 años
La cebra Camila, de Marisa Nuñez y Oscar Villán (Kalandraka). Nuestra cebra favorita tiene un problema. Ha perdido las rayas de su vestido y llora 7 lágrimas de pena. Pero otros animales le ayudan a solucionarlo regalando nuevas cosas con las que dibujarlas y así, se va sumando una retahila muy sonora y jugetona. A partir de 4 años
La casa de la mosca fosca, de Eva Mª Mejuto Rial y Sergio Mora (Kalandraka). No podía faltar esta adaptación de un cuento popular ruso, donde una mosca que construye su casa recibe la visita de siete animales, el escarabajo carcajo, el murciélago piélago, el sapo castrapo, la lechuza trapuza, la raposa chistosa, el lobo rebobo y el oso chispero. De vocabulario algo más complicado, el lector se rinde ante su musicalidad y ante una lista de pareados tan disparatados. A partir de 5 años