La Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY) es un colectivo sin ánimo de lucro, compuesto por asociaciones y personas de todo el mundo comprometidas con la idea de propiciar el encuentro entre los libros y la infancia. Desde 1967, alrededor del 2 de abril, día en que nació Hans Christian Andersen, se celebra el Día Internacional del Libro Infantil, con el objetivo de llamar la atención de la sociedad sobre los libros para niños y sobretodo de inspirar el amor por los libros.
Cada año una Sección Nacional de IBBY tiene la oportunidad de ser el patrocinador internacional del día del libro infantil y de editar el cartel anunciador y el mensaje dirigido a todos los niños del mundo. Esa Sección por lo tanto elige un tema e invita a un autor importante del país a escribir el mensaje y a un reconocido ilustrador para el diseño del póster. Estos se usan de diferentes maneras para la promoción de los libros y la lectura. Muchas de estas Secciones también promueven el día del libro infantil a través de noticias y organizan actos en colegios y bibliotecas públicas.
Este año le corresponde a la sección de Lituania, que difunde el mensaje y la ilustración de Kęstutis Kasparavičius (1954), algunos de cuyos libros ha publicado en español Fondo de Cultura Económica y Thule. A continuación te ofrecemos la traducción del mensaje publicado en la web de la OEPLI y traducido del lituano por Carmen Caro Dugo.
Los libros inspiran pausa
“¡Voy con prisa!”, “¡No tengo tiempo!”, “¡Adiós!”… Expresiones semejantes pueden oírse quizá a diario, no solo en Lituania —en el centro mismo de Europa—, sino en muchas partes del mundo. Y con frecuencia parecida se oye decir que vivimos en la edad de la abundancia de información, la prisa y la precipitación.
Sin embargo, tomas un libro entre las manos y, de alguna manera, te sientes distinto. Y es que los libros tienen una estupenda cualidad: te inspiran serenidad. Con un libro abierto y sumergido en sus tranquilas profundidades, ya no temes que todo te pase de lado a toda velocidad, sin llegar a apreciar nada. Empiezas a creer que no será preciso lanzarse como loco a tareas de dudosa urgencia. En un libro todo sucede sigilosamente, en orden y según una secuencia. ¿Será tal vez porque sus páginas están numeradas y las hojas al pasar crujen tranquilamente y con un suave efecto relajante? En un libro los acontecimientos pasados se encuentran plácidamente con los que han de venir.
El mundo del libro es muy abierto; su realidad sale al encuentro amistoso con el ingenio y la fantasía, y a veces ya no sabes muy bien dónde —si en un libro o en la vida— has notado de qué manera tan bella caen al derretirse las gotas del tejado nevado, o de qué forma tan encantadora cubre el musgo la cerca del vecino. ¿Ha sido en un libro o en la realidad donde has experimentado que las bayas del serbal no son sólo bellas, sino amargas? ¿Acaso sucedió en el mundo de los libros, o de verdad estabas tumbado sobre la yerba en verano, y después sentado con las piernas cruzadas, contemplando las nubes que surcaban el cielo?
Los libros ayudan a no acelerarse, enseñan a observar; los libros invitan, incluso obligan a acomodarse, pues casi siempre los leemos sentados, poniéndolos en la mesa o en el regazo, ¿no es así?
¿Y acaso no habéis experimentado otra maravilla: que cuando leéis un libro, el libro os lee a vosotros? Sí, sí, los libros también saben leer. Os leen la frente, las cejas, las comisuras de los labios, que ahora suben, ahora bajan; sobre todo, por supuesto, os leen los ojos. Y por los ojos entienden… adivinan… Bueno, ¡vosotros mismos sabéis qué!
No tengo duda de que a los libros les parece muy interesante estar sobre vuestro regazo, pues una persona que lee —sea niño o adulto— solo por eso ya es bastante más interesante que la que se resiste a tomar un libro entre las manos, que la que —siempre con prisa— no llega a sentarse y no tiene tiempo de fijarse en casi nada. Este es mi deseo para todos en el día internacional del libro infantil: ¡Que existan libros interesantes para los lectores y lectores interesantes para los libros!
(Texto original e ilustración: Kęstutis Kasparavičius. Traducción: Carmen Caro Dugo)
Bibliotecas, librerías y otras entidades celebran habitualmente el Día Internacional del Libro Infantil mediante la organización de exposiciones, encuentros con escritores e ilustradores, presentaciones de libros, sesiones de libro-forum y actividades de animación a la lectura. Desde las cuatro secciones de la OEPLI se anima, principalmente a las librerías y bibliotecas, para que organicen actos en torno a la figura de Andersen. En la web de OEPLI puedes ver el listado de adhesiones y las bases y formulario para participar.
Puedes consultar en nuestra web, las noticias del Día Internacional del Libro Infantil de años anteriores.