David Lozano. – Edebé, 2018.
David Lozano sigue en el misterio y gana el Premio Edebé de Literatura Juvenil con esta novela en la que las redes sociales adquieren un papel protagonista. Dos jóvenes Lara y Wilde, inician una relación a través de twiter. Él la ve a ella y crea un perfil anónimo para conquistarla. Ella no puede saber mucho de él, pero la curiosidad y sus comentarios la incitan a conocerlo por el canal privado. Dos meses después darán el paso y se encontrarán por fin cara a cara en un lugar público de Barcelona.
Si la tendencia de una parte de la literatura juvenil actual es situar la acción ante la pantalla del ordenador de los personajes implicados comunicándose, conociéndose, coqueteando comenzando a amarse…, el autor le da la vuelta y deja los primeros contactos en el pasado para construir una novela clásica en su planteamiento. La acción, que podría haber durado dos meses si nos hubiera contado los primeros contactos de Lara y Wilde, se desarrolla sin embargo en las poco más de cuatro horas que transcurren entre la llegada de la chica al lugar de la cita y el final de la novela. Cuatro horas que podrían ser las mismas que un lector ávido emplearía en leer Desconocidos del tirón. Pues exceptuando un flashback por capítulos en el que vemos crecer los sentimientos del protagonista hacia Lara, ayudado por su compañero de habitación, que ejerce de Cyrano en la relación, la trama se desarrolla con Lara y Wilde frente a frente hablado de sí mismos. En el encuentro mostrarán sus nervios, sus precauciones, sus dudas, sus miedos, sus sentimientos positivos…, ante una relación emergente y muy prometedora, aunque no exenta de peligro. El misterio viene dado cuando David Lozano introduce una acción paralela a la citada, en la que la inspectora Castell y el forense Millán investigan la muerte violenta, posiblemente suicidio, de un joven que, por la foto de Lara que guarda en uno de sus bolsillos, parece que se trata de su ex novio.
La psicología de los personajes, la recreación de los escenarios y ambientes, la sencillez de la trama, la agilidad y agudeza de los diálogos… prácticamente todo en la novela hace de ella una recomendable y adictiva lectura en la que es de agradecer al autor (lo hago yo como bibliotecaria) la aparición de referencias a algunos de los clásicos modernos de la literatura, gran pasión de los protagonistas.
Se me ocurre pensar, que el peligro de la comunicación anónima no viene dado exclusivamente por el canal de comunicación, en este caso Internet y redes sociales. La mentira y el engaño tampoco eran ajenas a aquellas otras comunicaciones que en la adolescencia los jóvenes de mi edad manteníamos con algún desconocido utilizando no la tecla del ordenador sino los clásicos lápices y papel. Por ello, cierro citando a dos de los personajes de Desconocidos cuando afirman La ingenuidad atrae a los depredadores como la sangre a un tiburón, aunque, no obstante, todo Ha sido una cuestión de mala suerte. M.L.P.