Laura James, Églantine Ceulemans. La Casita Roja, 2017
Lady Miranda es una niña muy particular, decidida, curiosa y algo caprichosa, una mezcla explosiva que la lleva a protagonizar divertidas aventuras para desgracia de su fiel mascota Pug, un carlino tranquilote y siempre con hambre que lo que le gusta es estar en casa. En esta ocasión, Pony, el caballito de madera de la niña, se ha roto en uno de sus juegos y deciden salir a buscar un nuevo corcel que lo sustituya. Y ese será el comienzo de disparatadas situaciones que llevan a Pug a convertirse en cowboy improvisado, participante en una carrera de obstáculos, y hasta ladrón de caballos.
Esta es la segunda entrega de una trilogía cuyo primer título es El capitán Pug. El perro que surcó los mares. Como podreis adivinar, esa historia va de aventuras marineras donde el perrito tendrá que superar su miedo al agua. Ambos son relatos independientes, se pueden leer por separado, y la serie mantiene las tramas sencillas pero efectivas, con un texto breve y clarito y con mucho ritmo, donde se buscan historias de superación, pero siempre marcadas por el sentido del humor. La tipografía escogida, según informa la editorial, presenta la fuente FS Me, concebida para personas con dificultades para la lectura y adecuada para niños con dislexia.
La autora ha creado para estas historias un marco diferente y algo estrambotico que aumenta el tono humorístico (la niña se desplaza en silla de manos con dos lacayos que son como dos compañeros más de juegos) y la ilustración a tres tintas, que cambia para cada libro, con cierto aire retro y llena de detalles y expresividad, aporta un toque especial a estas historias pensadas para los primeros lectores. MB
