Luis Amavisca y Guridi. – Nube Ocho, 2016
En ocasiones los mensajes sencillos son los más efectivos. También en ocasiones, son los más pequeños los que encuentran la solución a los grandes problemas. Sin agua y sin pan une ambas premisas para explicar a los lectores que los recursos están para compartirlos, que hay que romper con los prejuicios y que a veces la ingenuidad y la modestia son las armas para construir un mundo más justo.
En un escenario indeterminado, dos sociedades viven sin mezclarse. Una tiene pan, la otra agua. Ninguna quiere dar al otro lo que le sobra. Son los niños quienes se dan cuenta de que sin agua no se puede hacer el pan, y sin pan, de nada sirve el agua. Es necesario por tanto compartir, ¿Por qué son así nuestros padres?, se preguntan los más pequeños.
La escasez de texto y el minimalismo de la imagen no restan fuerza ni eficacia al mensaje. Una alambrada negra sobre fondo blanco y unos personajes de colores muy pensados, azul y amarillo. Cuando los más pequeños se mezclan, una nueva sociedad, esta vez verde (¿será el resultado de la mezcla de los colores originales?), aparece.
La editorial Nube Ocho edita Sin agua y Sin Pan para contribuir en el trabajo de la organización Amnistía Internacional en defensa de los derechos humanos. Editor y distribuidor donan parte de los beneficios de su venta a favor de la organización. Autor e ilustrador contribuyen entregando el total del porcentaje y lo hacen mostrando de forma bella y sencilla, efectiva y sin dramatismo, la actual situación de los refugiados, protagonizada por niños con los que el lector infantil fácilmente podrá empalizar y familiarizarse. M.L.P.
A partir de 4 años