Natalí Tentori y Elizabeth Builes. Kalandraka, 2017
Con este evocador título se presenta el poemario merecedor del IX Premio Internacional Ciudad de Orihuela. La autora, que se inspiró en las canciones populares infantiles, traslada a lenguaje poético el mundo de lo cotidiano, de las vivencias cercanas y familiares que los lectores podemos reconocer, pero destacando de especial manera ese universo femenino que nos arropa y nos rodea desde nuestras abuelas. De esta manera, Natalí Tentori tiende un hilo invisible que recorre el pasado y el presente buscando, creando y transmitiendo para el lector la esencia de lo femenino.
Cada poema comienza con una acción. Tejer, conversar, jugar, que dan título a lo que viene después…»Las cosas de risa han de tomarse con la debida seriedad -de vida o muerte-. A los nueve años inventaba sangre falsa verde de extraterrestre, puntiagudas orejas de duende…» Versos ausentes de rima que emplean un amplio vocabulario con referencias al léxico de otras culturas, y cuyo ritmo viene dado por el magistral uso de las palabras.
«Una mujer bendice sus tomates cuando todavía son semilla, mete el dedo en la tierra y les habla mientras los pone a dormir hasta que se despierten llenos de hojas verdes» Imágenes de naturaleza o retratos de personas que, a su vez, la ilustradora recrea con acuarela, lápiz y aplicaciones de hilo, potenciando así el lirismo de los poemas mediante colores suaves y trazos delicados.
Juntos, texto e ilutración, logran una obra que rinde homenaje a la memoria, a la infancia y a la figura de esas mujeres que transformaron nuestro mundo más cercano con sus actos cotidianos. «Arroz con leche yo quiero encontrar a una compañera que quiera soñar, que crea en si misma y salga a luchar por conquistar sus sueños de más libertad». MB