Ilustrador autodidacta y artista gráfico nacido en un pueblo alicantino al que vuelve para recluirse durante largas temporadas cuando trabaja, a pesar de estar afincado en una gran ciudad. Siempre se ha sentido vinculado al mundo de la ilustración. Su nombre real es Antonio González y asegura haberse pasado casi toda su vida pintando y reflexionando acerca de la forma, el ritmo, el espacio y los colores. Comenzó haciendo grafitis pero pronto descubrió que sus intereses iban mucho más allá de este arte urbano y comenzó a practicar el diseño y la composición de álbumes ilustrados. Tiene un estilo peculiar muy característico compuesto por formas sencillas, líneas gestuales, colores brillantes y personajes simpáticos de cabezas redondas, piernas larguiruchas y ojos saltones en actitudes muy vitalistas. Sus herramientas son siempre digitales. Entre sus referentes destacan el artista Bram Bogart y el diseñador Jean Prouvé.
Algunas de sus obras:
- A Wonderful World, (Apa Apa, 2015)
- ¡Oh, un zig.zag!, (Silex, 2016)
- Ser un fantasma es lo mejor, (Fulgencio Pimentel e Hijos, 2016)
- Montagnes, (Notari, 2016)