La Biblioteca Nacional de España alberga entre sus muros una exposición sobre los precursores de los llamados libros desplegables o pop-up. Según su nota de prensa, aunque hoy en día estos libros se asocian a la literatura infantil y su popularización procede del siglo pasado, los libros con elementos móviles tienen una larga y desconocida historia de más de 700 años. Además, hay libros pop-up sobre todos los temas: astrología, adivinación, medicina, arquitectura o retórica. Pero, sobre todo, astronomía y navegación, que son los que podrán verse en esta muestra de más de medio centenar de obras, manuscritos, dibujos e impresos datados entre los siglos XV y XVIII.
Hasta el 11 de septiembre, la sala de las Musas de la BNE acoge la que probablemente sea la exhibición más completa de los ejemplares de libros móviles más antiguos que se conservan.
El concepto pop-up hace referencia a libros que guardan en su interior elementos interactivos y figuras tridimensionales hechas de papel. Un término acuñado por la empresa Blue Ribbon Books en 1932, que ilustra de manera gráfica la idea de movilidad por la que se distinguen estos ejemplares.
Estos pequeños tesoros esconden dentro de sus cubiertas numerosas piezas y estructuras como lengüetas, pestañas, solapas, carruseles o ruedas, realizadas con hasta 12 técnicas diferentes, que los convierten en obras con un atractivo añadido. Son productos editoriales elitistas y que resultan caros debido al proceso manual que requieren, pero se trata de creaciones casi mágicas que tienen su punto de atracción en la interactividad. El lector debe tirar, abrir, girar, destapar… en definitiva, tocar el libro de manera activa, lo cual hace que se sienta parte de él.
Estas figuras de la llamada ingeniería del papel y de las artes gráficas comenzaron a hacerse populares durante el siglo pasado y hoy en día están relacionadas con los niños. A pesar de ello, en realidad son libros con una larga trayectoria y que abarcan temas tan diferentes como la arquitectura, la astrología, la adivinación o la retórica. Los primeros ejemplares datan del siglo XIII, cuando a algunos manuscritos se les añadieron volvelles, construcciones de papel en forma de rueda, formadas por discos unidos por un pivote central que permitía su movilidad. Eran muy utilizados, sobre todo, en libros de astronomía y medicina, para facilitar la interpretación de diferentes datos y favorecer su pedagogía.
“Con esta exposición, hemos pretendido contar toda la historia de los libros anteriores a los denominados pop-up”, comenta Gema Hernández, comisaria de la exposición “la muestra comienza presentando el concepto tal y como se entiende ahora, relacionado con la literatura infantil”. Partiendo de esta base, más cercana al público actual, la exhibición recoge, agrupados por temas, ejemplares desde el siglo XV hasta el siglo XX. No obstante, el grueso de la colección pertenece a los siglos XVI y XVII, cuando las técnicas utilizadas eran, sobre todo, la rueda giratoria y las solapas.
La BNE organiza también tres talleres que complementan la exposición: dirigidos a niños, a familias y a público general.
El primer taller, ¡Múevete, libro! es una actividad de cuatro horas, orientada a niños de entre 6 y 12 años, en la cual podrán recorrer la historia de los libros pop-up basándose en los fondos de la colección Ephemera de la BNE, entre otras. Al finalizar, cada participante se llevará un libro desplegable hecho por él mismo con el que podrá recrear el proceso de creación de estos ejemplares.
El segundo, Desplegar un nuevo mundo es un taller de iniciación al pop-up dirigido al público a partir de 16 años en el que, durante dos sesiones de tres horas, se realizará un acercamiento para entender los mecanismos del arte del plegado de papel y conseguir comprender desde los más básicos hasta los más complejos. Impartido por la ilustradora y experta en pop-up Ana Pez, se mostrarán técnicas sencillas, pero de precisión, para lograr realizar una primera maqueta de libro móvil.
Pop-up en familia. De Cervantes a Shakespeare entre papeles. El 400 aniversario de la muerte de dos de los autores más relevantes de la historia es la excusa perfecta para escoger el tema de un taller en el que los asistentes podrán construir estructuras pop-up que representen los personajes y los escenarios de las principales obras de Cervantes y Shakespeare. Dirigido a familias con niños de entre 6 y 12 años, la actividad está planteada como un aprendizaje en la técnica de plegado de papel.
Puedes visitar esta exposición en el museo de martes a sábado en horario de 10 a 20 horas y los domingos y festivos hasta las 14 horas.
Te dejamos los enlaces al folleto de la exposición y la galería de imágenes por si lo quieres consultar.