Patzi Zubizarreta y Mintxo Cemillán. – Ttarttalo, 2016
A Karabino le encanta que le cuenten historias. Quizá porque él mismo es un soñador, se siente atrapado por la voz de Naguib, el ciego que vive en el cementerio de Al-Qarafa, la Ciudad de los Muertos, y que cada tarde deleita a los ciudadanos de El Cairo con una nueva historia. Cuentos que maravillan al joven Karabino, y es que su vida no es nada fácil. Karabino es un Zabalín, cristiano copto entre musulmanes residente en el cochambroso barrio de Mokattam, la Ciudad de la Basura, donde los vecinos sobreviven recogiendo desperdicios. Karabino sueña. Y sueña con que su madre vuelva a sonreír, y con que su hermana se cure de la enfermedad que la tiene postrada en cama… y sueña con salir de su barrio, y volar…, volar lejos de Mokattam y acercarse poco a poco al Nuevo Cairo.
El Nuevo Cairo es el barrio en el que vive Nada, una hermosa joven capaz de despreciar la naranja de su almuerzo arrojándola a la basura. El día que Karabino ve el sufrimiento de Nada en sus sueños, encontrará la manera de acercarse a ella, y lo hará sin prejuicios, y ayudado por la historia bíblica de Jacob y José con la que Naguib le enseñará que a veces nuestra suerte puede cambiar, y que la convivencia entre las personas es posible, cualquiera que sea nuestra condición económica, cultura o religión.
Patzi Zubizarreta utiliza un tono tierno, delicado y poético para narrar una historia dura y dolorosa, y sin embargo esperanzadora. Una historia universal, susceptible de ser enmarcada en El Cairo, en las favelas de Río o en el peor barrio de Nueva Delhi, protagonizada por un joven luchador que no se resigna a su destino adverso ni al de su familia. De las imágenes de Mintxo Cemillán, figurativas y realistas, elaboradas con distintas técnicas en tonos ocres y negro, emana la misma poética del texto. La narración de Karabino se intercala en el libro con las historias de Naguib, que el lector podrá escuchar en internet, utilizando el código QR que aparece al final de los capítulos, en la voz del actor Felipe Baradiaran, y la música de Pello Ramirez. M.L.P.
A partir de 13 años