Daniel Hernández Chambers y Paco Giménez. – Edelvives, 2016
A Alonso y Sancho les encanta vivir aventuras. Bueno…, a Alonso más que a Sancho, que siempre se ha dejado arrastrar, no sin cierto miedo, por la desbordante imaginación de su amigo. Ambos tienen diez años y disfrutan jugando juntos. Pero a Alonso además le encanta leer novelas de aventuras, y su favorita es Don Quijote de la Mancha. Le gusta tanto que ha llegado a creerse un caballero andante y ni los continuos fracasos en sus correrías, ni las calabazas de su amada, ni que su madre le esconda sus libros, le hacen abandonar sus deseos de desfacer entuertos, salvar ancianos, recuperar monturas y dar su merecido a malandrines. Sancho es su escudero fiel, y juntos en sus bicis y armados con su palo de escoba van a vivir divertidas y asombrosas historias, junto a la bella Enriqueta, transformando cada juego en una apasionante aventura medieval.
En un estilo y un lenguaje sencillos, esta novela de aventuras se une al homenaje que el mundo de la cultura realiza a Cervantes en el aniversario de los 400 años de su muerte, trasladando su obra más conocida a la época actual en la que las monturas son bicicletas y los molinos son los matones del cole, Dulcinea una compañera de clase y los ladrones los basureros del barrio. Llama la atención el lenguaje del protagonista, que reproduce el del delirante caballero sorprendiendo a sus vecinos por una altisonancia que casi nadie entiende. El libro está dividido en cuatro grandes aventuras divididas en capítulos cuyos títulos también recuerdan el de la obra original. Una acertada forma de acercar con mucho humor el clásico a los jóvenes lectores adaptándolo a la vida cotidiana de dos niños de nuestro presente. M.L.P.
A partir de 9 años