Margaret Wise Brown; Clement Hurd. Corimbo, 2013
Fieles a nuestra costumbre de rescatar pequeñas joyas que perduran a través de los años, hemos recurrido, en esta ocasión, a un clásico de la autora norteamericana Margaret Wise Brown. Editado por primera vez en inglés, en 1947, ha sido traducido a multitud de idiomas, se ha convertido en un clásico de la literatura infantil norteamericana y un referente de los cuentos de buenas noches.
El ritual de ir a la cama puede convertirse en un suplicio para los padres si el niño no quiere quedarse solo en su habitación. De ahí la importancia de convertir ese momento en uno de los más deseados del niño y, aunque a priori parezca una tarea difícil, no lo es tanto. Si tenemos en cuenta que durante los minutos que dura el cuento de buenas noches, los niños sienten que sus padres les dedican en exclusiva ese tiempo, desearán que se repita cada noche. Si además, el cuento elegido nos ayuda en esa tarea de despedir el día, el éxito está casi… garantizado.
Buenas noches, luna nos ofrece una original propuesta en la que el protagonista del cuento se va despidiendo poco a poco, de los objetos que hay en su habitación: de los cuadros, los gatos, la lámpara, la silla y… de la Luna, invitando al lector a seguir su ejemplo despidiendo el día, a través de los objetos de nuestra habitación.
Pero lo que es realmente original en este álbum, es la propuesta estética, sobre todo si tenemos en cuenta que se editó hace casi 70 años. Margaret Wise Brown y Clement Hurd alternan ilustraciones a sangre, con colores saturados que muestran la totalidad de la habitación, con ilustraciones en blanco y negro que recogen cada objeto despedido. Mientras realizamos ese ejercicio de despedida, la luz de la habitación, visualizada en las ilustraciones de colores saturados, se va oscureciendo progresivamente, dando paso a la noche.
Una clásico que merece la pena rescatar y disfrutar. AR
Edad recomendada de 0 a 5 años.