Tuvimos la suerte de conocer a la escritora chilena María José Ferrada aquí, en Salamanca, en la presentación de su libro El arbol de las cosas y, aunque nos hubiera encantado charlar con calma y hacerle muchas más preguntas, accedió a contestar a nuestras 10 preguntas negras, cuyas respuestas nos envío desde Chile. Hay que decir que antes ya nos contó muchas cosas al público alli reunido. Aquí os dejamos el enlace a la presentación porque nos parece muy interesante.
¿Qué te animó a dedicarte a la escritura?
Fue algo natural, desde que la aprendí. Recuerdo que hacía composiciones para el colegio y que me esforzaba mucho para que sonaran bien.
El nacimiento de mi hermano pequeño, que tiene 15 años menos que yo, fue lo que determinó que encontrara en la escritura para niños una forma de expresión. Los primeros cuentos que escribí fueron los que inventé para él.
¿Cuáles eran tus referentes literarios? ¿Han cambiado desde entonces?
Mis referentes literarios de esa época eran los cuentos que me contaba mi madre o los poemas que me leía mi padre, los clásicos que era a lo que teníamos más acceso aquí en Latinoamérica. Luego fui conociendo más, hoy mis favoritos son bien variados desde Arnold Lobel a los haikus japoneses.
¿Sigues siempre el mismo proceso de creación al abordar un nuevo proyecto?
No, es muy variado. Hay libros que nacen de una idea mía y otros que nacen de imágenes que me envía el editor para que les ponga texto. He trabajado un par de libro así en este último año y ha sido un proceso interesante, porque debas aportar a la idea de otro sin repetir lo que el otro dice.
¿Con qué parte de ese proceso disfrutas y/o sufres más?
Disfruto cuando estoy en la fase creativa, escogiendo qué palabras o qué registro es el mejor para contar la historia que quiero contar. Y sufro con las correcciones, porque me cuesta mucho saber cuándo es el momento de parar de hacerlas.
¿Qué importancia le das a las campañas de Marketing y otras redes de difusión (blogs etc) para que los libros lleguen al lector?
Más que una campaña de marketing creo que es importante un buen librero, un buen bibliotecario que se de el tiempo para conocer tu libro y mostrárselo a los lectores. Sin duda los blogs y la crítica ayudan porque las novedades son muchas y los libros desaparecen muy pronto de las vitrinas y se pierden si no está ese librero o ese bibliotecario dedicado.
¿Piensas que hay diferencia entre escribir o ilustrar para un público adulto y uno más jóven?
No, creo que no, imagino que el proceso es el mismo.
¿A qué soñabas que te ibas a dedicar cuando eras pequeña?
Muchas cosas: abogada, científica, profesora.
¿Qué estás leyendo en este momento?
Estoy leyendo La vida de los Elfos de Muriel Barbery y Cambios de Mo Yan.
¿Qué libros te marcaron en tu infancia?
Un libro que se llamaba Un Cuento para Cada Día. No era una edición muy bonita, pero mi madre me la leía cada noche y yo esperaba ansiosa la llegada de ese momento. De los cuentos que se incluían ahí recuerdo con especial cariño Juan sin miedo, La fiesta de las flores y El príncipe feliz.
¿Podrías recomendar algún título a nuestros lectores?
Todo lo que encuentren de Arnold Lobel.
Muchas gracias, María José, por dedicarnos parte de tu tiempo y esperamos verte pronto