Lynda Mullaly Hunt. Nube de Tinta, 2015
Ally Nickerson ha conseguido llegar a 6º curso con serios problemas para leer. Eso ya sugiere una inteligencia especial para buscarse otros caminos, pero ella lo único que desea es ser como los demás y encajar, no estar todo el día alerta y escondiendo su situación. A Ally las letras se le mueven sobre el papel, le duele la cabeza a menudo y le lleva horas deducir lo que significan o bien escribir algo, sin embargo es muy buena en matemáticas y le encanta dibujar, aunque esto no es suficiente para evitar la sensación de fracaso constante y el menosprecio de algunos compañeros de clase. La llegada de un nuevo maestro, más atento al niño que al alumno, hace que empiece a cambiar la percepción que Ally tiene de si misma y se deje guiar por un camino que será lento y trabajoso, pero que sin duda merecerá la pena.
Basada en su experiencia personal, la autora describe la vida de Ally, una niña que tiene dislexia. Dividido en capitulos cortos con curiosos títulos, narra en primera persona el calvario que le supone asistir día a día al instituto y cómo esto va minando su autoestima y sus posibilidades de futuro. Pero también es una historia de superación, pues, cuando ya conocemos bien a la protagonista, la autora introduce el personaje del profesor y cómo consigue que esta progrese y de un cambio espectacular.
Aunque en ocasiones la autora cede a la tentación de sobrecargar las emociones, suponemos que lo que pretende es hacer llegar con mayor intensidad el problema de los niños que presentan diferencias de aprendizaje, pues aunque se centra en la dislexia, también conocemos otros tipos de conductas que se presentan en el aula, en la figura de algunos de los compañeros de Ally.
Recientes estudios muestran que la dislexia es la causante de un tanto por cien muy elevado de fracaso escolar, por lo que este libro puede servir de llamada de atención para que compañeros, profesores y padres presten más atención a lo que les rodea y eviten el camino fácil de poner etiquetas que quizás marquen para el futuro. La autora hace hincapié en saber detectar el problema, en comprender que «todos poseemos talentos especiales y también aspectos que nos exigen más trabajo», en la capacidad de sobreponerse y en el trabajo duro. Y es que esta historia también habla de amistad y determinación y está dedicada a los padres y profesionales que acompañan a los niños en el dificil camino hacia la madurez. MB
Recomendada a partir de 13 años