Ingrid Chabbert y Guridi. – Kókinos, 2015
Edmundo es un ser extraño. Extraño no en el sentido de raro. Extraño en el sentido de desconocido. Poco sabemos de su apariencia física. Negro y con una larga cola, es el color que más le gusta, a menos, que pudiera ser invisible. Apenas se le ve, no le gusta mostrarse, solo de vez en cuando la nariz sobre las hierbas, incluso se mimetiza con el entorno adquiriendo los colores que le rodean. Un día, entre la maleza, Edmundo encontrará un ser abandonado. Un huevo tan blanco como él de negro, al que cuidará y dará calor. La soledad de Edmundo será olvidada cuando, tras un CRAC, vea surgir del interior del huevo una hermosa y extraña criatura con la que deseará compartir sus días. Pero la mamá del joven pajarillo volverá para recuperarlo.
Ingrid Chabbert y Guridi, demostrando que forman un gran equipo, trabajan de nuevo juntos para narrar esta historia entrañable y tierna sobre el sentimiento de paternidad, la adopción y el amor incondicional. Una historia cargada de sinceridad y sentimiento contada de forma sintética en el texto (no necesita más) e impactante en las imágenes ya desde la cubierta. Guridi abandona su trazo fino y despliega toda una paleta de colores verdes, rojos, negros, azules, morados y blancos, para esconder a su personaje principal, como una silueta, sin nariz, sin boca, solo ojos. Ilustraciones a sangre en las que el blanco (el huevo, los ojos) y el negro (Edmundo, la noche, el pajarillo) aparecen expresivos sobre, tras y entre los fondos saturados (¿cómo una línea curva de ojos puede expresar taaaaaanto amor?, ¿cómo un círculo tanto miedo, tanta sorpresa?). Un álbum imprescindible y un personaje del que no te querrás separar. M.L.P.
De 3 a 5 años
