Agnès Laroche; Stéphanie Augusseau. Tramuntana, 2015
El pequeño Nicolás está nervioso porque se acerca el día. Entra de puntillas en el despacho de papá y comprueba que el regalo sigue ahí; está escondido encima del armario. Acerca las escaleras y lo coge; está envuelto en papel azul con un lazo dorado y, cuando lo sacude, suena a regalo. Vuelve a esconderlo encima del armario y se va, pero piensa en él continuamente: en su habitación, en el colegio, en la calle, en el baño y cuando duerme. Por fin llega el día esperado y toda la casa huele a pastel; poco a poco van llegando los invitados y Nicolás está impaciente. Papá le llama, entra en el salón y llega la sorpresa, pero… no para el pequeño Nicolás sino para el lector.
No es la primera vez que Agnès Laroche y Stéphanie Augusseau trabajan justas. Ya lo habían hecho anteriormente con los álbumes: Si yo fuera grande y fuerte… y Porque sí, que son los dos primeros títulos de Nicolás como protagonista.
La editorial Tramuntana nos ofrece una edición muy cuidada, con pastas en cartoné y papel de gran gramaje, en la que todo cuenta: la portada, la contraportada, las guardas y el dibujo que anuncia el comienzo de la historia.
Las ilustraciones a sangre y a doble página invitan al lector a implicarse en la historia. Predominan los colores blanco y negro salpicados con algunos toques de color, con un efecto impactante, que resalta, en cada caso, un aspecto reseñable de la historia.
El Regalo está narrado con un texto conciso que se ve reforzado por unas ilustraciones que van más allá del texto, consiguiendo ambos, una perfecta simbiosis. Tanto el texto como las ilustraciones están tan cuidados que, a pesar de transmitir toda la información necesaria para seguir la historia, ninguno de los dos desvela la sorpresa final. AR
Edad recomendada a partir de 3 años.