Øyvind Torseter, Barbara Fiore, 2014
En la casa recién estrenada de nuestro protagonista hay un agujero, del que solo parece darse cuenta cuando termina sus tareas y se dispone a cenar. Esto le causa gran preocupación, hasta que decide atraparlo y llevarlo a analizar. Para ello cruza toda la ciudad hasta un laboratorio donde harán toda clase de pruebas científicas. ¿Con esto habrá solucionado el tema del misterioso agujero?
Aunque no es el primer autor que utiliza este troquel como motivo central para articular la historia (nos recuerda una obra de Peter Newell) Torseter tiene la habilidad de convertir este recurso en propio a través de una ilustración limpia, de colores elegantes, reducida a los elementos mínimos para narrar, que se adueña del espacio al utilizar la página completa y donde un delicado humor recorre toda la obra.
Sin apenas texto, este humor hay que buscarlo en los detalles y gestos, en el juego que se establece con un pequeño orificio alrededor del cual giran ilustración y tema y que desencadena una incógnita en la que el lector tendrá que participar de forma activa. Aunque el agujero centra nuestra atención, no debemos perdernos detalles como el completo laboratorio científico o la ciudad creada a base de lineas que nos cuenta muchas cosas, donde conviven personas y animales humanizados y donde el omnipresente agujero nos sorprende ocupando los lugares más dispares. A veces nos centramos en nuestras obsesiones y nos olvidamos de mirar alrededor. Y si no, que se lo digan al protagonista…MB
Recomendado a partir de 8 años